Reflexión personal al respecto...
A medida que la vida pasa, las prioridades de cada uno van cambiando y pienso que lo fundamental es ir evaluando en los distintos momentos, siendo capaces de acomodarnos cuando lo más importante deja de ser una cosa u otra.
Cuando llegué a Santiago, mi prioridad era el trabajo y pagar las muchas deudas que adquirí y dejé que se fueran desordenando.
Hoy han pasado casi 8 años ya (uf! ocho años en la capital) y mi prioridad número 1 es mi familia, mi esposo, mi hija, y el pequeño que viene en camino; El trabajo ha pasado a ser una herramienta, importante, pero no en el primer puesto.
Ahora bien, cuando uno forma una familia necesita ordenar los tiempos, y es fundamental que la empresa en la que trabajas y el equipo con el que compartes la carga laboral te apoye, así como que existan leyes y opciones de flexibilidad laboral.
En Chile, lamentablemente, opciones como el teletrabajo o una jornada distinta las 45 (o más) horas semanales son todavía muy pocas, las empresas son rígidas en su exigencia de trabajo presencial, y los padres se arreglan como pueden para estar presentes en los eventos importantes de la vida de sus hijos. No entiendo esto, se ha demostrado en muchas otras economías la ventaja de la flexibilidad laboral, aun así en Chile sigue pensado más la cantidad de horas que una pasa en el puesto de trabajo, versus la efectividad de este tiempo; Y si eso es así en el ámbito privado, qué decir del ámbito público (pero eso es otro tema).
Por tanto, y para finalizar esta reflexión, hoy no nos queda más remedio que correr de un lado para otro, teniendo que dejar a nuestros hijos en manos ajenas, teniendo fe que en un futuro -espero no tan lejano- esta visión cambie y la flexibilidad laboral sea un echo consumado; y cultivando el trabajo en equipo, que es lo que "te salva" en casos de excepción.
Nota: Cuando volví de mi primer postnatal propuse en mi empresa trabajar media jornada presencial y media jornada remoto desde mi casa, pero la respuesta fue un rotundo no. La razón era que no existía esta práctica en la empresa, y claramente no estaban interesados en implementarla. De todos modos agradezco a mi jefe de ese entonces que se la jugara por mí.
Soy mamá de Antonia y Arturo, una princesa y un príncipe que llegaron a nuestras vidas como un regalo. Con mi esposo compartimos su crianza día a día maravillándonos de lo que Dios nos ha dado. Además soy mujer amante de los números, el reciclaje y la maternidad con amor.
Mostrando las entradas con la etiqueta Trabajo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Trabajo. Mostrar todas las entradas
jueves, 18 de febrero de 2016
viernes, 3 de octubre de 2014
De vuelta al mundo laboral, conciliación familia-trabajo
Lo primero que diré es que... NO ES FÁCIL, pero se puede, con paciencia y amor.
Esta semana volví a trabajar, después de estar 8 meses con mi hija, y nos ha costado a ambas esta momentánea separación diaria después de pasar tantos meses juntas casi al 100%.
Aun estamos en periodo de ajustes, pero hasta ahora vamos bien, pese a que he visto que ella notó el cambio: desde que llego y hasta que se duerme, no se me despega, y pide el pecho muchas más veces, con una insistencia terrible, como si en ello se le fuera la vida (quizá piensa que es así). Además por las noches despierta varias veces buscando su tetita con desesperación, supongo que para asegurarse que estoy ahí, que no la he dejado... cosita mía!!
Para que este proceso no fuera tan duro, comenzamos a prepararnos con tiempo: desde la semana pasada ella comenzó a asistir a su sala cuna por medio día, primero unas pocas horas y luego la mañana completa. Los primeros días fue difícil para ella, lloraba, pero luego comenzó a reírse más, a interacturar con las tías, y pasarlo bien (dentro de lo que puede una bebé de 8 meses). Inicialmente la iba a dejar y a buscar yo (el primer día no quería irme de su sala... jajajaja), pero luego fuimos simulando cada vez más la situación a la que debíamos llegar.
Y por la tarde se queda con mi prima, su nueva canguro, que con todo el amor del mundo la cuida.
El día antes de volver a trabajar hicimos el "recorrido" completo, no la vi hasta las 17:30 horas, y lloré... lo confieso... la extrañé tanto, sólo quería estar con ella, mimarla, regalonear, amamantarla... ahhh, fue difícil.
El miércoles 01 de octubre fue mi primer día laboral. En mi trabajo me recibieron super bien, todos preguntando por mi Mariposita, y lo mejor fue la excelente disposición de mi jefe para con todo lo relacionado con ella, las 2 horas antes que debo retirarme para tomar la hora de alimentación de la bebe, los permisos en caso de necesitar irme antes o llegar más tarde o trabajar desde casa, en fin, todo! quedé gratamente sorprendida y tranquila, porque tengo su respaldo y el de todo mi equipo de trabajo.
Claro que ese primer día, cuando mi esposo me llamó para contarme cómo le había ido en la sala cuna, lloré, quise estar con ella, leer su libreta de comunicaciones, abrazarla, ofrecerle su tetita, mirar su sonrisa, etc.... fue muy complicado, pero poco a poco lo he ido superando en estos días, aunque mi corazón sigue queriendo estar con ella todo el tiempo.
Y seguimos en este proceso de acomodarnos a nuestros nuevos tiempos, y darle un espacio al trabajo de mamá.
En mi corazón quedan dos anhelos:
- Que estos tiempos separadas no le afecten negativamente, que no se sienta abandonada.
- Poder conciliar la familia con el trabajo de forma sana, sin que el primero sea un calvario o la segunda me provoque culpa.
Y queda dando vuelta la posibilidad de emprender...
Esta semana volví a trabajar, después de estar 8 meses con mi hija, y nos ha costado a ambas esta momentánea separación diaria después de pasar tantos meses juntas casi al 100%.Aun estamos en periodo de ajustes, pero hasta ahora vamos bien, pese a que he visto que ella notó el cambio: desde que llego y hasta que se duerme, no se me despega, y pide el pecho muchas más veces, con una insistencia terrible, como si en ello se le fuera la vida (quizá piensa que es así). Además por las noches despierta varias veces buscando su tetita con desesperación, supongo que para asegurarse que estoy ahí, que no la he dejado... cosita mía!!
Para que este proceso no fuera tan duro, comenzamos a prepararnos con tiempo: desde la semana pasada ella comenzó a asistir a su sala cuna por medio día, primero unas pocas horas y luego la mañana completa. Los primeros días fue difícil para ella, lloraba, pero luego comenzó a reírse más, a interacturar con las tías, y pasarlo bien (dentro de lo que puede una bebé de 8 meses). Inicialmente la iba a dejar y a buscar yo (el primer día no quería irme de su sala... jajajaja), pero luego fuimos simulando cada vez más la situación a la que debíamos llegar.
Y por la tarde se queda con mi prima, su nueva canguro, que con todo el amor del mundo la cuida.
El día antes de volver a trabajar hicimos el "recorrido" completo, no la vi hasta las 17:30 horas, y lloré... lo confieso... la extrañé tanto, sólo quería estar con ella, mimarla, regalonear, amamantarla... ahhh, fue difícil.
El miércoles 01 de octubre fue mi primer día laboral. En mi trabajo me recibieron super bien, todos preguntando por mi Mariposita, y lo mejor fue la excelente disposición de mi jefe para con todo lo relacionado con ella, las 2 horas antes que debo retirarme para tomar la hora de alimentación de la bebe, los permisos en caso de necesitar irme antes o llegar más tarde o trabajar desde casa, en fin, todo! quedé gratamente sorprendida y tranquila, porque tengo su respaldo y el de todo mi equipo de trabajo.
Claro que ese primer día, cuando mi esposo me llamó para contarme cómo le había ido en la sala cuna, lloré, quise estar con ella, leer su libreta de comunicaciones, abrazarla, ofrecerle su tetita, mirar su sonrisa, etc.... fue muy complicado, pero poco a poco lo he ido superando en estos días, aunque mi corazón sigue queriendo estar con ella todo el tiempo.
Y seguimos en este proceso de acomodarnos a nuestros nuevos tiempos, y darle un espacio al trabajo de mamá.
En mi corazón quedan dos anhelos:
- Que estos tiempos separadas no le afecten negativamente, que no se sienta abandonada.
- Poder conciliar la familia con el trabajo de forma sana, sin que el primero sea un calvario o la segunda me provoque culpa.
Y queda dando vuelta la posibilidad de emprender...
lunes, 29 de septiembre de 2014
Iniciando el proceso de Sala Cuna
Como ya había escrito antes, la semana pasada Mariposita comenzó con el proceso de adecuación a la Sala Cuna que asistirá desde ahora en adelante, dado que yo vuelvo al trabajo en unos días.
No han sido fáciles estos días para nosotros como papás, el primer y segundo día la fuimos a buscar y estaba llorando con lágrimas, llanto de penita o necesidad, uno de esos días lloraba de hambre y eso fue peor para mí, me dio una rabia, una impotencia; Pero seguimos en el proceso, los 3 tenemos que aprender de este camino que hemos emprendido.
Para nuestra tranquilidad, los siguientes dos días fueron mucho mejor, el jueveslloró solo un ratito y se le pasó cuando la tía la cargó en brazos, y el viernes no lloró "nada", jugó, y sonrió a todo el mundo; así que podríamos decir que el periodo de introducción ha sido todo un éxito.
Mi pequeñita... está tan linda y grande, es increíble como crece, está tan parlanchina y graciosa, y su sonrisa es tan bella, además es muy sociable. Si está para comérsela a besos!!!
En fin, ahora puedo volver a trabajar un poco más tranquila sabiendo que no sufrirá tanto, aunque se nota que me extraña porque cuando llega se me pega y lo único que quiere es su tetita, y yo lo único que quiero es abrazarla y darle mil besitos.
Paso a paso, un día a la vez (como me dice una buena amiga).
Dos cosas encuentro que son importantes de tener presente en este proceso:
1. Nadie la cuidará como yo
2. Los demás también pueden cuidarla bien.
No han sido fáciles estos días para nosotros como papás, el primer y segundo día la fuimos a buscar y estaba llorando con lágrimas, llanto de penita o necesidad, uno de esos días lloraba de hambre y eso fue peor para mí, me dio una rabia, una impotencia; Pero seguimos en el proceso, los 3 tenemos que aprender de este camino que hemos emprendido.
Para nuestra tranquilidad, los siguientes dos días fueron mucho mejor, el jueveslloró solo un ratito y se le pasó cuando la tía la cargó en brazos, y el viernes no lloró "nada", jugó, y sonrió a todo el mundo; así que podríamos decir que el periodo de introducción ha sido todo un éxito.
Mi pequeñita... está tan linda y grande, es increíble como crece, está tan parlanchina y graciosa, y su sonrisa es tan bella, además es muy sociable. Si está para comérsela a besos!!!
En fin, ahora puedo volver a trabajar un poco más tranquila sabiendo que no sufrirá tanto, aunque se nota que me extraña porque cuando llega se me pega y lo único que quiere es su tetita, y yo lo único que quiero es abrazarla y darle mil besitos.
Paso a paso, un día a la vez (como me dice una buena amiga).
Dos cosas encuentro que son importantes de tener presente en este proceso:
1. Nadie la cuidará como yo
2. Los demás también pueden cuidarla bien.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
