miércoles, 31 de diciembre de 2014

Se nos va el 2014 y yo feliz!

31 de diciembre... último día de este 2014, se acaba uno de los años más especiales y maravillosos de mis 32 años... Este año nació mi Princesa y recibí uno de los títulos más lindos: MAMÁ.

No hay realmente nada comparable con traer un hijo al mundo, hija en mi caso. Es un momento sublime, esas 12 horas de trabajo de parto son lo más valiente que he hecho en la vida, y nuestros primeros segundos juntas, olerla, sentirla, mirarla... un milagro!

Por eso, para terminar este año sólo puedo decir: GRACIAS!
Gracias Dios por mi familia, mi esposo amado (mi amigo, amante, amor), mi hija preciosa, mi madre y hermanos, mis suegros y cuñada, mis tios(as), primas(os), y por mis amigos y amigas; todos ellos conforman mi gran familia.
También gracias por mi hogar, por mi trabajo, por lo material, por lo espiritual, por mi huerta que recién parte, por mi vida y todo lo que me has concedido.

2015... allá vamos con Mariposita y Papá Kine... con toooodoooo!!!
Espero seguir creciendo como mamá, ser mejor esposa y amiga, poder dar unos pasos más con mi emprendimiento (Tienda Besos de Mariposa), y seguir haciendo crecer mi huerta casera.
Pero sobre todo, quiero seguir siendo FELIZ!!!

martes, 16 de diciembre de 2014

Y aparecieron los dientes... ñaca ñaca

¿Les pasa que como mamás o papás uno se pone ansioso cuando a los otros bebés les aparecen los dientes o gatean o hacen otras cosas y tu bebé no aún?
Bueno, a mí me pasa a veces, aunque trato de concentrarme en que todos los bebés se desarrollan a su propio compás, a veces este tema me asalta.

Resulta que en la iglesia a la que asistimos fuimos varias mamitas que tuvimos bebés en fechas cercanas, casi todas fueron niñas, además de algunas otras amigas y familiares. Pues bien, la mayoría de ellas (por no decir todas) nacieron con mucho pelo y ya a esta altura lucen sus moñitos, y Mariposita aun con muy poco pelo, casi nada la verdad, y le crece leeeentamente. Por otro lado, definitivamente no quiso gatear, quiere puero dar pasitos tomada de nuestras manos, pero de gatear como todas las demás, nada!! Y finalmente los dientes: casi todas las amiguitas ya tienen hace rato varios dientesitos, y algunas más que varios... Y a mi Mariposita le rompió el primero recién el viernes pasado (12-12-2014).

Al final, cuando me dicen "ya gateará" no me importa, porque Papá Kine ya me explicó que es normal que algunos bebés no gateen y no implica nada malo (herencia familiar parece). Además, que tenga el pelo cortito, finito y poco nos ayuda en que el baño y secado sea más rápido y aun no tengo que ocuparme de peinarla jejejejeje.
Y ya apareció su primer diente, lo que me asegura que los demás vienen más atrás, jajajaja! Aunque no lo crean en algún momento pensé que podrían no salirle jajajaja, tonteras de mamá primeriza nada más... Todos los dias le estoy mirando su diente, es tan lindo, finito y blanco como la nieve... y no me ha mordido (uf! menos mal!!!), pero la baba corre a litros.

Mariposita sigue creciendo sin inmutarse por las locas preocupaciones que de vez en cuando atoran a mamá, y a su propio ritmo. Y nosotros con papá respetamos su ritmo porque es totalmente normal, además está sanita (fuera de los virus que se ha pegado por ahí, nada tan raro).
Y seguimos en el proceso de papás primerizos, aprendiendo y creciendo con ella.

jueves, 4 de diciembre de 2014

40° C de fiebre

Hasta 40° de fiebre llegó ayer mi hija, esta semana a sido bien difícil porque desde el lunes tenemos a nuestra Mariposita enferma.
Primero fueron los ojitos, amaneció el lunes con secreción, y en la tarde ya era demasiado, ojitos pegados y más pequeñitos y mucha molestia, también algo de tos. La llevamos a urgencia por la tarde y la pediatra nos dijo que era un virus, además tenía una IRA (Infección Respiratoria Alta) que la tenía con unos moquitos verdes desde hace como 3 semanas. Cuento corto, nos dieron el alta con dos dosis de Amoval al día (antibiótico), gotitas para los ojos junto con limpieza cada 4 horas con agua hervida (con té o manzanilla, nosotros elegimos el té).
Esa misma noche comenzamos con los remedios, a mí me dieron licencia así que me quedé en casa con ella para cuidarla. Al otro día (martes) por la mañana ya estaban mejor sus ojitos, ya no se le pegaban luego de dormir, así que bien, esperábamos pronta recuperación, pero por la tarde comenzó la fiebre, cuando se la tomé con 2 termómetros distintos ya iba en 38.5 y se prendieron las alarmas en casa. Era extraño porque con los medicamentos debería estar mejor, no peor. Poco a poco comenzó a estar más irritable y decaída, decidimos esperar hasta el otro día.
El miércoles fue peor, mucho más decaída, con la fiebre que le llegaba hasta 38.9, el cuerpo ardiendo, y con más llanto e irritación, así que a lo que llegó Papá Kine del trabajo, llamamos a algunos amigos del rubro de salud, también hablé con mi mamá, y después nos fuimos nuevamente a Urgencias.
Esta vez demoraron mucho menos en atenderla, estaba con 40.1 de fiebre. La pediatra ordenó Rx de tórax, examen de orina y de moquitos para sacar conclusiones. Fue horrible, con cada examen -los últimos 2 muy invasivos- era un mar de lágrimas, me daban ganas de llorar con ella, luego la tomaba en brazo yo o el papá y ahí la consolábamos, se pegaba como lapa la pobre... chiquitita mía. A la hora más menos estaban los resultados, todo bien, así que la pediatra infirió que era adenovirus, por la sintomatología, y agregó al tratamiento que ya tenía un antipirético para bajar la fiebre.
A media noche nos volvimos a casa, cansados, con nuestra pequeña aun muy decaída y con fiebre, pero más tranquilos sabiendo que no era nada más grave.
Hoy jueves estuvo con fiebre un rato en la mañana y pasado el mediodía, así que apliqué los remedios caseros que me dijo mi suegra: agua de orégano con anís estrellado, pañitos mojados, y harina cruda en el cuerpo. Para la tarde ya estaba sin fiebre y había vuelto a transpirar, un buen síntoma para mí.

Recién ahora puedo descansar, respirar profundo y eliminar toda la tensión de estos días, mientras ella duerme con papá. Sé que los niños se enferman, pero verla sufrir me mata, es terrible, o no saber bien qué le pasa o cómo ayudarla la hacen sentir a una impotente, además el cansancio que implica estar al pendiente de todos sus síntomas, acunarla y tenerla encima para que no llore, tratar de que se sienta cómoda, tratar de bajar la fiebre... uf! mucho! Pero ella sigue tan exquisita como siempre, y el amor por mi princesa es más grande que todos estos sacrificios, al final del día estamos juntitos los tres, vamos que se puede!!!

Y como punto positivo, hoy mi pequeña me mostró que aprendió a dar besitos, le dió besito a la jirafa, al perrito rosado y a mí, pero después no quizo dar más besos a nadie jajajaja