jueves, 6 de noviembre de 2014

Me gusta ver las cosas caer

Parece que eso quisiera decirme mi hija... "mami, me gusta ver las cosas caer"... Todo lo toma, juega y de pronto lo deja caer, y luego mira para ver dónde quedó jejeje.
Además he descubierto que no le gusta mucho el pollo, herencia de su padre ha de ser. Pero por otro lado le encanta el plátano, a quién no?!

Y poco a poco comienza a dar más y más pasitos, creo que pronto la tendremos caminando solita, le encanta hacer upa! y que le pasemos nuestros dedos para afirmarse y pararse, y por supuesto, luego comenzar a dar pasos y recorrer la casa.

Está tan bella, ayer cumplió 9 meses, es divertido pensar que lleva fuera de mi panzita el mismo tiempo que estuvo dentro... A veces la miro y me impresiona lo grande que está, cuánto tiempo ha pasado en solo 9 meses. Cómo hemos crecido los tres, cada uno en su rol de hija, papá y mamá, como hemos madurado como familia!!

Me encanta verla sonreir, gesticular, decir ma ma ma ma ma... ta ta ta ta ta ta, ba ba ba ba ba, o hacer sus gritos que le salen a veces, me gusta todo de ella, es una bendición, y pese a que ahora está con algo similar a una alergia (mucho moquito), Dios le ha dado muy buena salud.

Lo único que me sigue costando es tener que dejarla en sala cuna para ir  a trabajar. No digo nada de mi jefe, que se ha portado un 7! Es sólo que encuentro injusto el sistema del cual soy parte, creo que un bebé a los 6 meses es demasiado pequeño para separarlo de mamá, y sigue siendo pequeño a los 9 meses, para mí la edad ideal debería ser desde los 2 años en adelante, no antes... lo encuentro injusto, pero muchos están más preocupados de la economía del país que de estos temas "menores", que sin embargo tienen consecuencias por muchos años hacia adelante, porque nuestros bebés de hoy son la sociedad de mañana, y del amor y cuidado que reciban, depende en gran parte su comportamiento de adultos.

Por ahora a disfrutar cada segundo, sin culpas... dejarme ser mamá, dejarme amar a mi pequeña como nunca soñé, besarla y decirle muchas veces cuánto la amo, abrazar y acunarla, amamantarla y velar sus sueños.