domingo, 24 de agosto de 2014

Días de lluvia

Por fin ha llovido en Santiago, dos días seguidos, es casi un milagro.
Yo que nací y me crié en el sur, estaba acostumbrada a inviernos muy lluviosos, temporales, truenos y relámpagos, pero aquí en la capital llueve muy poco y cuando sucede es más bien suave.
Pero este fin de semana ha sido más intenso y estoy feliz, amo esa sensación de estar encerrada en mi casa, cobijada en mi hogar, con mi familia, calentita, y escuchar como cae la lluvia afuera.

Hoy la ciudad amaneció limpia del smog, la cordillera nevada y preciosa y yo de muy buen humor, así es que ordené la ropa, deje ordenada la cocina y hasta preparé un rico estofado para el almuerzo de mañana.
Y para mi princesa cocí pera y manzana para el postre de mañana, y juguito para la sed.

Me siento dichosa con mi esposo amado y mi preciosa hija, gracias Dios por un día más.

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