sábado, 19 de abril de 2014

Turno de vacunas

Esta semana le tocaron las vacunas de los dos meses a mi pequeña mariposa. Lo complicado para una como mamá primeriza es que una de esas dos vacunas es un pinchazo en cada pierna. Desde el día anterior comencé a sufrir yo por la dichosa vacuna, sumado a todo lo que me habían dicho otros papás y mamás, no quería que mi princesa sufriera, pero tenemos super claro con papá Kine que son muy necesarias y es por su bien.

Llegamos al vacunatorio junto a varios otros nenitos, unos no querían estar ahí y otros no sabían dónde estaban... ejejeje. Le correspondió el turno a mi bebita, pase a la sala 2, esperamos pacientemente los 3, hasta que vino la enfermera y nos contó cómo sería el proceso, bastante breve por lo demás.
Luego volvió con el "material": primero fueron unas gotas, la vacuna contra la Poliomielitis, se las dió y mi mariposa se arrugó completa, a duras penas se las tragó sin cambiar la mueca de desagrado. Primera parte lista!
Después apareció la jeringa, sería un pinchazo en cada muslo. Yo fui la encargada de sostenerla y ver como ingresaba la aguja en su pequeño muslo, en un segundo soltó un llanto de dolor tan terrible que se me partió el corazón, comencé a acariciarla, hablarle y consolarla, lloró alrededor de 10 segundos y luego vino el pinchazo en el otro muslo, ora vez un llanto terrible, dolor y lágrimas se mezclaron, volví a consolarla, le subí el pantalón y la abracé amorosamente contra mi pecho. A los pocos segundos se calmó y se durmió, estábamos muy sorprendidos con papá de lo valiente que era nuestra hija, más sufrimos nosotros... jajajaja.

Al final, sé que a mi hija le tocará pasar por muchas cosas más o menos dolorosas porque es parte de la vida y de crecer, y lo único que puedo hacer es estar ahí con ella, estar ahí para ella, amándola!

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