domingo, 12 de octubre de 2014

Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2014

Parte de la cartilla de Chile Crece Contigo
Ya casi termina la celebración de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2014, y quise sumarme a esta bella iniciativa con un poco de mi experiencia con Mariposita.

Primero, debo confesar que antes que naciera mi hija, no estaba de acuerdo con el porteo, me provocaba conflicto eso de tenerlos pegados todo el tiempo, prefería que el bebé fuera más "independiente", y la mamá igual.
Cuando nació mi hija descubrí, entre muchas otras cosas, que lo que más quería era tenerla pegada a mí todo el tiempo. Y tuve que perdonarme por lo que pensaba antes y darme permiso de cambiar mi forma de pensar en la crianza, para así dedicarme a disfrutar el apego con mi hija sin culpas y con toda la libertad. No fue fácil, pero lo logré, la amo demasiado como para perderme eso por orgullo.

Una vez que hice caso a mi cuerpo y corazón, comencé a informarme sobre el porteo, sobre las ventajas del apego, sobre lo bien que le haría a mi hija y a mí el pasar tiempo físicamente "pegaditas", ya fuera a la hora de amamantar, de dormir (colecho), o de pasear por la casa o fuera de ella.
Y mis brazos se extendieron como se extienden las bandas acolchadas del mei tai o la tela del fular, anudando a mi hija cerquita mío. Al principio la acunaba casi escondiéndola del mundo, luego ya comenzó a moverse más y acomodarse ella misma a mi pecho, hombros, caderas, etc.

Con mi esposo comenzamos usando un fular rojo los primeros meses de Mariposita, con un video de Chile Crece Contigo aprendimos a anudarlo el mismo día que llegó, y al día siguiente salimos a inaugurarlo en un paseo. Me siento orgullosa de decir que lo usamos los dos por igual, aunque la gente lo miraba mucho más a mi esposo cuando lo usaba que a mí.
Luego pasamos al mei tai, como mi hija nació en clínica, el gobierno no nos regalo el kit de bienvenida, así que por internet busqué quien lo vendiera y me lo compré, y hasta la fecha nos resulta muy útil.
Y ahora estamos estrenando una mochila ergonómica, de Manzanita Bebé, para ir probando porque nuestra señorita ya está muy grande :)

He comprobado que aun las madres somos muy criticadas por ofrecer los brazos a nuestros bebés, por mimarlos, consentirlos, darles mucha atención; Y por lo menos en mi ciudad, aún se ven muy pocas mamás porteando a sus bebés, la mayoría los lleva en coches, eso sí es bien visto. Pero también he comprobado que para mi hija no hay nada más confortable y seguro que ir pegada a mi cuerpo, cerquita de mi corazón, que mi regazo es su más cómoda cuna, y que nada de lo que le entregue con amor la podrá llegar a "malcriar", porque como dice el pediatra español Carlos González en su libro "Bésame Mucho":

"<<Malcriar>> significa <<criar mal>>; es decir, con poco cariño, pocos brazos, poco respeto, pocos mimos. Es imposible malcriar a un niño por hacerle mucho caso, cogerlo mucho en brazos, consolarle mucho cuando llora o jugar mucho con él" 


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